Pozos
de Hielo
Estos pozos servían para almacenar
el hielo que se formaba en las balsas o barrancos en invierno, y que se
iba cortando y acumulando hasta formar bloques que acababan en el pozo,
envueltos en paja y recubiertos por cañas.
Así disponían del hielo para enfermos o para refrescar la
bebida hasta bien entrado el verano. Un buen ejemplo de este tipo de construcción,
completamente restaurada, lo encontramos en la localidad de Sariñena.